Hacia el año 1000 a.C. comienza la
dominación del imperio asirio que durara aproximadamente hasta el 700 a.C. con
una extensión desde el Mediterráneo hasta las llanuras del territorio iraní.
En el año 612 una coalición enemiga
destruye el imperio asirio. En el 539 son los persas quienes toman el mando de
la zona mesopotámica. Ciro el Grande será el fundador de un imperio que se
extenderá por Irán, Mesopotamia, Siria, Asia Menor, Tracia y parte de la India.
Uno de sus grandes gobernantes Darío fijara y fundará Persépolis, ciudad rica
en demostraciones de poder gracias a sus palacios, tumbas de reyes y
construcciones que darán cuenta del esplendor de la civilización persa. Sin
embargo diversas rebeliones y guerras debilitarán el poder persa, y será el
macedonio Alejandro Magno quien dará un vuelco, un giro de tuerca en la
historia de toda esta zona en el año 331 a.C al derrotar a los persas y será este
momento el que marcará el fin en la historia de una de las grandes
civilizaciones de la época, para trasladar nuestra mirada a las nacientes
civilizaciones del Mediterráneo.
Religión
que profesaba:
Orígenes:
La escritura aparece alrededor del 3200
a. C. y la literatura caracterizada como "religiosa" (mitos, himnos o
rituales), no se desarrolla hasta mediados del III milenio a. C... El mundo
religioso de los primeros mesopotámicos debe comprenderse a través del estudio
de su arquitectura, su arte y sus prácticas funerarias. Esto plantea algunas
dificultades, puesto que los antiguos lugares de culto no siempre han sido
claramente identificados. Los conjuntos monumentales más antiguos se encuentran
en Eridu de comienzos del V milenio a. C. y Uruk, Tell Uqair o Tepe Gaura en el
IV milenio a. C... Disponen de edificios sencillos que han tenido una función
religiosa, que serían los antecedentes de los templos de periodos históricos
(instalaciones dedicadas al culto y restos de ofrendas y materiales de culto que
han podido ser recuperados).
Los habitantes del valle del Tigris y el
Éufrates eran politeístas y creían en la divinidad de los astros, como el sol y
la luna. Los dioses mayores eran Marduk o Beli, el dios de Júpiter y Babilonia.
Un lugar importante en la jerarquía
divina lo ocupaba el dios de la agricultura Enlil, e Ishtar, la diosa de Venus
que representaba a la guerra y el amor era fervientemente venerado en la ciudad
de Nínive.
Los dioses eran considerados por los
babilonios como seres terribles y furiosos que sólo protegían a los pueblos que
los adoptaban y les dedicaban grandes sacrificios, entre ellos la guerra a los
pueblos que no seguían a esos dioses.
En la época babilónica los dioses tenían
forma humana y sólo los brujos y los dioses malos tenían cabeza con forma de
animal, pero paulatinamente todos los dioses fueron representados en forma de
animales.
Los babilónicos pensaban que la voluntad
de los dioses podía interpretarse a través de los vuelos de pájaros, por los
sueños y por la posición de los astros. En Mesopotamia, se creía que las almas
de los muertos pasaban a otro mundo, y se estimaba que la vida seguía al igual
que en la tierra; por ello, los muertos eran enterrados con joyas, armas y
herramientas.
(http://escrituraenmesopotamia.blogspot.cl/2009/05/contexto-historico.html)
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