martes, 19 de abril de 2016

Hecho histórico en el que participo Mesopotamia:


Hacia el año 1000 a.C. comienza la dominación del imperio asirio que durara aproximadamente hasta el 700 a.C. con una extensión desde el Mediterráneo hasta las llanuras del territorio iraní.
En el año 612 una coalición enemiga destruye el imperio asirio. En el 539 son los persas quienes toman el mando de la zona mesopotámica. Ciro el Grande será el fundador de un imperio que se extenderá por Irán, Mesopotamia, Siria, Asia Menor, Tracia y parte de la India. Uno de sus grandes gobernantes Darío fijara y fundará Persépolis, ciudad rica en demostraciones de poder gracias a sus palacios, tumbas de reyes y construcciones que darán cuenta del esplendor de la civilización persa. Sin embargo diversas rebeliones y guerras debilitarán el poder persa, y será el macedonio Alejandro Magno quien dará un vuelco, un giro de tuerca en la historia de toda esta zona en el año 331 a.C al derrotar a los persas y será este momento el que marcará el fin en la historia de una de las grandes civilizaciones de la época, para trasladar nuestra mirada a las nacientes civilizaciones del Mediterráneo.
Religión que profesaba:
Orígenes:
La escritura aparece alrededor del 3200 a. C. y la literatura caracterizada como "religiosa" (mitos, himnos o rituales), no se desarrolla hasta mediados del III milenio a. C... El mundo religioso de los primeros mesopotámicos debe comprenderse a través del estudio de su arquitectura, su arte y sus prácticas funerarias. Esto plantea algunas dificultades, puesto que los antiguos lugares de culto no siempre han sido claramente identificados. Los conjuntos monumentales más antiguos se encuentran en Eridu de comienzos del V milenio a. C. y Uruk, Tell Uqair o Tepe Gaura en el IV milenio a. C... Disponen de edificios sencillos que han tenido una función religiosa, que serían los antecedentes de los templos de periodos históricos (instalaciones dedicadas al culto y restos de ofrendas y materiales de culto que han podido ser recuperados).
Los habitantes del valle del Tigris y el Éufrates eran politeístas y creían en la divinidad de los astros, como el sol y la luna. Los dioses mayores eran Marduk o Beli, el dios de Júpiter y Babilonia.
Un lugar importante en la jerarquía divina lo ocupaba el dios de la agricultura Enlil, e Ishtar, la diosa de Venus que representaba a la guerra y el amor era fervientemente venerado en la ciudad de Nínive.
Los dioses eran considerados por los babilonios como seres terribles y furiosos que sólo protegían a los pueblos que los adoptaban y les dedicaban grandes sacrificios, entre ellos la guerra a los pueblos que no seguían a esos dioses.
En la época babilónica los dioses tenían forma humana y sólo los brujos y los dioses malos tenían cabeza con forma de animal, pero paulatinamente todos los dioses fueron representados en forma de animales.

Los babilónicos pensaban que la voluntad de los dioses podía interpretarse a través de los vuelos de pájaros, por los sueños y por la posición de los astros. En Mesopotamia, se creía que las almas de los muertos pasaban a otro mundo, y se estimaba que la vida seguía al igual que en la tierra; por ello, los muertos eran enterrados con joyas, armas y herramientas.
(http://escrituraenmesopotamia.blogspot.cl/2009/05/contexto-historico.html)

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